El director general de ASOS, José Antonio Ramos Calamonte, ha iniciado un periodo de consulta en la empresa para reducir en 100 empleados el total de la plantilla. A finales de octubre comenzó esta fase comunicativa que se mantendrá hasta la segunda semana de diciembre.
El personal afectado por esta rescisión de contrato se localiza principalmente en la sede de Londres. Los despidos afectarán a todos los departamentos del minorista de moda, según reveló hace unos días Retail Week. Ramos Calamonte se ha visto obligado a tomar esta decisión tras haber informado previamente de unas pérdidas de 32 millones de libras antes de impuestos.
Ajustes duros, pero imprescindibles
ASOS es uno de los grandes referentes en la venta minorista de moda online, pero en los últimos meses sus números no han sido tan positivos como durante la pandemia. Con el cierre de tiendas físicas, los ecommerce crecieron de manera importante. Sin embargo, la vuelta a la normalidad se ha traducido en una mayor confianza de los clientes en el comercio presencial. Además, muchos consumidores también devolvían más artículos que hasta entonces.
La compañía británica enfrentó duros problemas a inicios de este año, causados tanto por la crisis en la cadena de suministro derivada de la pandemia, como por la guerra de Ucrania. A esto se suma la inflación elevada y una concienciación ecológica creciente. El resultado es un consumo más moderado de moda. En Retail Week también han informado que la empresa no ofrecerá despidos voluntarios, sino que espera redistribuir al persona cuando sea posible.
Banco Santander, crítico con la gestión financiera de ASOS
La cadena británica de moda acumula un desplome aproximado del 77% de su valor desde inicios de año. Si se amplía el foco, la caída es del 90% con respecto a marzo de 2021, cuando la compañía alcanzó su máximo valor de cotización.
Estos resultados demuestran, según Banco Santander, lo mal preparado que está el equipo gestor de la firma británica. La entidad financiera celebra la llegada de Ramos Calamonte a la dirección, pero sigue manteniéndose escéptica en cuanto a su evolución. Además, se muestra muy crítica con sus aspiraciones internacionales, ya que otras firmas de moda como Gap, Banana Republic, J Crew o Next han fracasado en iniciativas similares.
La nueva dinámica de ASOS parece ir encaminada a reforzar las operaciones fuera del mercado británico y captar nuevos clientes. Para ello promueven acciones dirigidas a la mejora digital y el impulso en las operaciones de la cadena de suministro.
