A pocas semanas de que se inicie el Black Friday, y con los grandes comercios ya preparándose para la campaña navideña, Amazon ha tomado cartas en el asunto. El marketplace ha anunciado aumentos en los salarios y los beneficios de sus repartidores. El objetivo es garantizar su fidelidad con la empresa para no sufrir problemas con el transporte de mercancías.
En un comunicado publicado por la propia empresa, Amazon afirma que va a destinar más de 450 millones de dólares a nivel global para cumplir con esta meta. El riesgo de no cumplir con las entregas a tiempo es una amenaza recurrente que llega cada año en el Black Friday y la campaña navideña.
Compañías como la liderada por Jeff Bezos comienzan a operar a máximo rendimiento ya en el mes de noviembre, y no bajan el ritmo hasta principios de enero. Además, este año se suma la presión global que están ejerciendo los transportistas por el aumento en el precio de los combustibles. En España estas protestas llegaron a provocar algunos episodios de desabastecimiento. Y no fue solo un proceso que afectó a nuestro país.
Aumento en los sueldos y actividades formativas
Amazon es consciente de que la inflación puede seguir castigando a la población en general, incluyendo a sus propios trabajadores. Por ello, ha apostado por rascarse el bolsillo para evitar problemas a medio plazo.
El comunicado señala que lo más relevante de esta iniciativa es la inclusión de un programa educativo para sus conductores y los de sus proveedores. Este programa, por valor de 5.250 euros, dará opción de acceder a 1.700 actividades formativas en universidades y certificaciones profesionales.
Desde Wall Street Journal apuntan a que la mayor parte de esos 450 millones va a ir destinada a subidas salariales a los repartidores. También va a subir la tarifa por entrega que reciben las empresas de transporte que trabajan para Amazon.
Recortes en la logística
De manera paralela a las mejoras para conductores y repartidores, la compañía sigue revisando almacenes que están sobredimensionados. La política de la empresa en esta área es la de no renovar los contratos temporales ni contratar a nuevos trabajadores.
Y de hecho, de cara al Black Friday y la Navidad, que son temporadas de alta afluencia de trabajo en la compañía, no se prevé aumentar el número de empleados. En esos periodos del calendario se suelen reforzar las plantillas para que los almacenes funcionen a pleno rendimiento. Este año, debido a la situación económica, tocará optimizar gastos.