Shein planea su salida a bolsa para el año 2024. Esa es la apuesta que se desprende tras su última búsqueda de oferta pública en Estados Unidos. La firma china ha estado constantemente bajo el foco de la polémica por sus condiciones de trabajo y el impacto ambiental que genera. No obstante, su valoración alcanzó los 99.000 millones de dólares, una cifra récord para una empresa de moda.
El intento de salir a bolsa sería el segundo, tras no lograrlo este mismo año. El impedimento han sido los obstáculos vinculados a cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza, según apuntan desde la CNBC.
Respaldo de los grandes inversores a pesar de las controversias
Shein fue fundada en 2008 y se ha convertido en todo un éxito a nivel global. Ofrece un modelo de producción a la carta, dedicándose únicamente a confeccionar diseños y modelos que alcanzan relevancia. Su capacidad de producción es amplísima, hasta el punto de que ofrece miles de artículos nuevos al día de forma diaria.
Este éxito rutilante ha sido cuestionado por varios informes, en los que se afirma que los empleados son obligados a trabajar 75 horas a la semana. En los últimos meses se han viralizado vídeos en TikTok en los que se asegura que los trabajadores de Shein añadían peticiones de ayuda a las prendas.
A pesar de estas sospechas, los grandes inversores no cesan en el respaldo a esta compañía. Sequoia Capital China, Tiger Global Management e IDG Capital son algunos de esos inversores que siguen confiando en Shein. Este apoyo ha permitido a la firma china consolidarse como el gigante de moda textil de mayor valoración, por delante de competidores como Zara y H&M.
Limpiar su imagen para salir a bolsa en 2024
Shein confirmó a sus inversores en la última recaudación de fondos a principios de este año su deseo de tener una oferta pública inicial en Estados Unidos en 2024. Para ello, un equipo de nuevos ejecutivos está enfocado en cambiar la imagen de la empresa.
La compañía quiere minimizar el riesgo de que sus prácticas obstaculicen el camino de su salida a bolsa. En este sentido, las críticas que afectan a Shein también sobrevuelan a otras compañías de moda.
En 2019 un informe del Banco Mundial aseguraba que la cantidad de nuevas prendas producidas se había duplicado con respecto a las fabricadas en el año 2000. Empresas como Zara y Hennes & Mauritz AB han impulsado campañas de reciclaje, colecciones basadas en la sostenibilidad o iniciativas similares. Todo apunta a que Shein deberá optar por prácticas similares para allanar su presencia en el mercado bursátil.