Un juez federal de Ohio, Dan Polster, ha condenado a Walmart, CVS y Walgreens a pagar una indemnización de 650,6 millones de dólares. Ha determinado que las tres grandes cadenas tuvieron un papel relevante en la crisis de los opioides, analgésicos sintéticos derivados del opio que supusieron la mayor crisis de salud pública en el país.
La cuantía se destinará a financiar programas de educación y prevención, además de a compensar a las agencias y organizaciones que se tuvieron que implicar en primera línea para paliar los efectos de la epidemia.
No son los únicos que tienen que hacer frente a la indemnización, claro, ya que fabricantes y distribuidores son también responsables civiles.
Walmart recurrirá la sentencia
Walmart es la cadena minorista más importante del país y, además de vender a través de sus supermercados, también lo hace en su marketplace. Entre sus artículos de farmacia vendía opioides analgésicos.
Pero Walmart pretende recurrir el fallo, según los representantes de la propia compañía, ya que consideran que está lleno de errores jurídicos y factuales. También recurrirá Walgreens.
Como puntos de ventas, Walmart y Walgreens aseguran que siguieron el protocolo iniciado por los médicos. Fueron los facultativos los que prescribieron medicamentos legales, que antes habían sido aprobadas por las autoridades sanitarias del país.
La mayor crisis de salud pública de Estados Unidos
La crisis de los opioides ha costado la vida a entre 500.000 y 850.000 personas en 20 años, según se calcula. Se trata solo del registro de muertes por sobredosis, aunque el impacto de la adicción es mucho mayor.
No es la primera vez que la justicia condena a Walmart. Tanto esta como las otros dos compañías citadas y Rite Aid ya fueron condenadas a pagar 26 millones de dólares a dos condados de Nueva York. Johnson & Johnson y tres distribuidoras, por su parte, firmaron un acuerdo de 26.000 millones de dólares en varios estados para atajar miles de juicios que tenía pendientes.
Los opioides sintéticos como la oxicodona (Oxycontin según su nombre comercial en EEUU) fueron recetados masivamente pese al riesgo altamente adictivo. Enseguida se hacían insuficientes las dosis, lo que obligaba a subirlas, incrementando el riesgo de adicción. Muchos casos derivaron en consumo de estupefacientes o fentanilo, este último más potente que la morfina y con un riesgo mayor de dependencia.
Los altos índices de adicción provocaron una alarma social que derivó en la agrupación por todo el país de afectados particulares. Nacieron así colectivos como los de tribus nativas americanas, condados y estados especialmente afectados. Apuntaba a Purdue Pharma como mayor responsable, por haber desarrollado Oxycontin.
La crisis aún no se da por terminada, pues solo en 2021 se registraron 100.000 muertes por sobredosis. Se multiplicaron por seis las cifras respecto a 1.999, la que había sido la más alta de la historia.