Shein representa el paradigma perfecto de moda rápida o fast fashion. La firma saca al mercado cada día centenares de productos y muchos de ellos son baratos o muy baratos. Ese principio, esa filosofía, es lo que le ha permitido asentarse como todo un gigante de la moda. Persigue el liderazgo, y lo consigue, pero a costa de la sostenibilidad.
Las usuarias, y cada vez también más usuarios puesto que Shein cuenta con artículos y accesorios variados para hombres, caen atrapadas ante la propuesta del grupo textil chino: moda rápida y consumo intenso basada en precios muy económicos.
La contrapartida, a juicio de los ecologistas, es la salud del planeta. La firma china intenta pasar de puntillas sobre este tema, como sobre otros, y lo demuestra con una falta total de transparencia en estos asuntos y en los referidos a las condiciones laborales de sus empleados.
Shein y la moda contaminante
Euronews afirma que Shein ya representa el 28% del mercado de la moda rápida en Estados Unidos. La empresa lanza a través de su web entre 700 y 1.000 nuevos artículos al día, con un bajo nivel de stock para cada producto, solo entre 50 y 100 piezas.
Así, se reduce la cantidad de materias primas, pero si los productos tienen mucha demanda, ya sí inician una producción más masiva, con un aumento considerable de las emisiones de gases de efecto invernadero y la generación de residuos.
De este modo, el modelo comercial de Shein se contrapone a la idea de sostenibilidad, pues la firma impulsa constantemente el consumo con su política de precios bajos y sus estrategias de marketing basadas en la inteligencia artificial.
Más contaminante que Zara o H&M
Recientemente Shein ha logrado superar en valoración a Zara y H&M. La firma china tiene una valoración superior a los 100.000 millones de dólares. Y donde también supera a las empresas europeas es en el tiempo de vida de sus productos.
Un 70% de sus productos tiene menos de tres meses, mientras que en las otras firmas, este porcentaje se reduce casi a la mitad. La moda textil consume unos 100 millones de toneladas de petróleo al año. En el caso de Shein, que depende enormemente del poliéster, la fabricación de este material produce las mismas emisiones de CO2 que 180 centrales eléctricas de carbón, según señalan en Bloomberg.
Además de Bloomberg, otro medio que pone el foco sobre la compañía china es la agencia Reuters, que ya publicó en su día noticias informando sobre la falta de transparencia en la cadena de suministro.
Shein ha puesto recientemente el foco en la generación Z y les está lanzando el mensaje de consumo rápido, pagar poco por las prendas de vestir. Esta idea confronta con los principios de sostenibilidad y respeto por las condiciones laborales, que en muchos casos pueden ser muy precarias.