El comercio local está convirtiéndose en una solución interesante para la entrega de pedidos. La integración casi total del ecommerce en nuestro día a día provoca situaciones en las que el consumidor prefiere utilizar un establecimiento físico como punto de recogida que habilitar su propio domicilio.
De este modo se asegura que el producto llegará al destino, y no ocurrirán malentendidos con la entrega. No importa si es un estanco, una floristería o una papelería. Cada vez hay más empresas que ofrecen este tipo de servicios, e incluso los grandes marketplaces están habilitando puntos de recogida en áreas de servicio o en oficinas de correos.
¿Cómo genera ingresos el comercio local?
Las tiendas físicas pasan a ser un espacio de recepción de paquetes. Las empresas que trabajan con este sistema alcanzan acuerdos con compañías de ecommerce que dejan en esos espacios sus pedidos. Además, también funcionan como puntos de salida para envíos entre particulares o para devoluciones a comercios.
El funcionamiento es sencillo, el cliente deja en el comercio un paquete con una etiqueta identificativa, se recepciona con una PDA y se introduce en una saquita. Una vez llega el servicio de logística, ya lo distribuye al lugar de destino. Este proceso es de corta duración, en 48 horas o poco más, el receptor ya tiene el producto en sus manos.
Algunos comercios reciben en torno a 25 ó 30 artículos diarios. No obstante, en épocas de mayor consumo, como el Black Friday, la cifra se duplica. Algunas empresas, como es el caso de InPost, superan los 100.000 paquetes diarios movidos por la compañía en sus más de 4.500 puntos de recogida en toda España.
Una fórmula que cada vez va a más
Los últimos datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), correspondientes al trimestre de abril a junio de 2022, aseguran que el ecommerce en España alcanzaba los 18.190 millones de euros en ventas. Esta cifra es un 33% más alta que el año anterior.
A su vez, no dejan de aparecer plataformas de compraventa de segunda mano que refuerzan esta actividad digital. En este sentido, lo que hace un tiempo era una práctica ocasional, ahora se está disparando. Por cada paquete entregado, los comercios reciben una pequeña comisión. En los mejores casos, este ingreso extra puede llegar a los 200 ó 300 euros mensuales.
Por otra parte, para los establecimientos el verdadero interés está en mostrarse como un negocio activo para los clientes que recogen allí los paquetes. Los consumidores acaban sabiendo que existe ese establecimiento y es una forma de atraer publicidad a la tienda.