Amazon comenzó a probar su sistema de reconocimiento biométrico en el año 2021. Con esta novedad los usuarios pueden usar la palma de la mano para pagar sus productos. El sistema se ha ido implementando en establecimientos Amazon Ho y Amazon Books, pero ahora se va a expandir a las tiendas Whole Foods.
En las próximas semanas numerosos comercios en California, concretamente en Malibu, Santa Mónica, Los Ángeles, Santa Cruz y la Bahía, lo incorporarán. Los usuarios solo tienen que vincular la tarjeta de crédito a su mano. Una vez han hecho este proceso, la dinámica es colocar la palma de la mano sobre el datafono especial de Amazon y seguir las indicaciones.
La compañía ha desarrollado esta tecnología para que se puedan vincular una palma de la mano o las dos, y una vez registradas, ya podrán comenzar a hacer uso de este sistema.
¿Cómo funciona Amazon One?
La innovadora tecnología hace uso de un hardware biométrico y algoritmos de inteligencia artificial para escanear la palma de la mano y determinar su firma única para enlazarla a métodos de pago. Es un sistema totalmente privativo, que no da lugar a incidencias, ya que el hardware lee las artistas y líneas únicas de las venas para verificar la firma.
El objetivo de esta implementación es que los usuarios pueden pagar haciendo uso de un sistema contactless pero con la mano, con la seguridad biométrica que ofrece la palma.
Amazon ha confirmado, tras pruebas durante meses, que el pago es bastante rápido. No obstante, también advierte que es posible que los usuarios ya registrados tengan que volver a enlazar sus tarjetas de crédito a Amazon One.
El sistema permite también vincular la ID de Amazon One con la cuenta de Amazon. Así, los usuarios de Prime pueden obtener descuentos y beneficios variados.
Pagar con la mano, sacando partido de la tecnología biométrica, solo está disponible hasta el momento en Estados Unidos. No se conoce con certeza cuándo llegará a España, pero si lo hace, la fórmula será similar a la actual. Primero se probará en comunidades o territorios más poblados y grandes ciudades, como Madrid o Cataluña, y posteriormente se extenderá a otras lugares.
La contrapartida de esta tecnología es el rechazo que está causando en muchos activistas, que se muestran reacios a entregar más datos a un gigante tecnológico. Estas personas plantean dudas sobre el funcionamiento de Amazon One y temen que la compañía rastree sus movimientos.