Amazon inició en 2019 las probaturas con Scout, unos drones rodantes con los que pretendía hacer llevar paquetes a sus clientes en Seattle. Más de tres años más tarde la compañía abandona el proyecto.
La empresa no renuncia al reparto con robots por cuestiones técnicas, sino por motivos económicos. El gigante del comercio electrónico ha registrado pérdidas de 3.900 millones de dólares en el segundo trimestre de 2022. En el mismo periodo del año 2021 los números fueron muy diferentes, con ingresos por valor de 7.800 millones de dólares.
Robots sostenibles y de bajo impacto ambiental
La información desvelada por Bloomberg supone toda una sorpresa, pues Amazon venía trabajando incansablemente en este proyecto desde enero de 2019. La compañía ha desplegado un total de 400 personas para el desarrollo de entregas a través de Scout. Además, se han celebrado reuniones para avanzar en esta idea y llevarla a la realidad lo antes posible. Ahora, los responsables de esta iniciativa se incorporarán a otros proyectos.
Los androides Scout se alimentan por baterías, con el objetivo de reducir las emisiones de gases contaminantes. Las primeras pruebas de este proyecto se ejecutaron en Seattle en el año 2019, y más adelante se extendieron hasta California, Georgia y Tennessee. Los robots actúan de manera automática parándose en la puerta principal de los lugares de destino. En ese momento es cuando se abre la tapa y el cliente puede recoger su paquete.
Un abandono obligado por la situación económica
Alisa Carroll es portavoz de Amazon. En unas declaraciones reciente destaca el esfuerzo realizado para crear una experiencia de entrega única. Además, asumen que todavía el programa no estaba resultando satisfactorio para los clientes.
La decisión de poner fin a las pruebas de campo va a servir para reorientar el proyecto. Por el momento los empleados de este programa participarán en otras funciones que se adecúen a su experiencia y habilidades.
Amazon hace este anuncio a sabiendas de que está envuelta en una fase de racionalización de la empresa. Junto al fin de Scout aparece la reducción de la división Amazon Care, dedicada a la salud; y la paralización de Amazon Glow, un programa de videollamadas pensado para niños.
La empresa también ha optado por no continuar con la contratación de nuevo personal en varias áreas. Uno de los sectores que se ha librado de esta racionalización es el de las entregas por vía aérea. Amazon sigue trabajando en esta área, cuyo desarrollo comenzó hace unos 10 años.