Tras un año 2021 de récord en el comercio electrónico, el 2022 supuso un duro golpe de realidad para las grandes empresas del sector. Amazon, por ejemplo, redujo un 25% las aportaciones a su división logística en España, pasando de invertir 600 millones de euros en 2021 a solo 435 millones en 2022.
Según desvela la propia compañía en sus cuentas anuales, esta inversión en logística no impide que el total destinado a España sea ligeramente inferior al año anterior, situándose por encima de los 1.100 millones de euros. El recorte en logística no es un fenómeno que afecte exclusivamente al mercado español, pues en el resto de divisiones también se ha notado. Un ejemplo son Polonia e Italia.
Excesivo espacio de almacenamiento para las necesidades de demanda
El responsable financiero de Amazon, Brian Olasvsky, ya advertía hace un año, en abril de 2022, de la situación. Tras dos años de crecimiento en el comercio electrónico derivado de la pandemia, ahora hay exceso de espacio de almacenes respecto a las tendencias de la demanda.
Andy Jassy, consejero delegado de la compañía, también es claro. En dos años la empresa ha doblado su huella logística y al mismo tiempo han construido una red para última milla del tamaño de UPS. Ahora toca investigar cómo optimizar.
En España, como ocurre en otros países, Amazon ha ralentizado o paralizado la construcción o apertura de nuevos centros. En 2021 había planificados más de 360 proyectos entre centros de obra nueva y reforma. Ahora en 2023 esa cifra ha pasado a menos de una décima parte.
Badajoz, o Siero, son dos proyectos que se han visto afectados por esta política. El gran centro extremeño está ya finalizado, pero aún no se ha llevado a cabo la contratación de personal. En Asturias, la apertura que estaba prevista para 2022 todavía no tiene ficha definitiva en 2023.
¿Puede afectar esta nueva dinámica al empleo?
La reducción en la inversión logística no afecta de momento al empleo. No ha habido grandes expedientes de regulación de empleo, pero sí algunos cierres de almacenes y reubicaciones hasta otras instalaciones.
En Martorelles, Barcelona, la empresa anunció el cierre del centro con el traslado de los empleados a Figueres, Zaragoza y El Prat de Llobregat. Finalmente Amazon y los sindicatos llegaron a un acuerdo en las condiciones de los despidos y las reubicaciones.
La parcela que sí nota este cambio de políticas es el área corporativa. A nivel global se han anunciado más de 600.000 despidos en este área entre finales de 2022 y 2023. Cerca de 27.000 de estos despidos corresponderán a Amazon Web Services, publicidad, Twitch o dispositivos. En España, por el momento, no hay ningún ERE activo en estos departamentos.