La compañía Amazon ha puesto en marcha una nueva política, la Delivery Date Based Reserve, algo que no ha sentado bien en parte de sus vendedores. Con esta fórmula los vendedores esperarán en torno a 10 días en recibir sus ingresos por ventas en Amazon: de uno a tres días por el envío y los siete días del pago retenido. Esta política entró en vigor a inicio de agosto en Estados Unidos y Reino Unido.
La compañía justifica esta modificación argumentando que quiere unificar las condiciones de pago y retenciones de todos los vendedores. Además, asegura que el pago en función de la fecha de entrega es la norma que funciona desde el año 2016.
Amazon confirma en un comunicado que este cambio en la política puede provocar una interrupción puntual de flujo de caja hasta que se acumule la nueva cantidad de retención. Por tanto, los vendedores pueden recibir el pago de los fondos en función de la fecha de entrega prevista o confirmada.
El cambio va a afectar a los vendedores que cobran dependiendo de la fecha de envío de sus pedidos. Igualmente, también atañe a los vendedores que no tenían ninguna retención y podían solicitar pagos del 100% de sus ventas en Seller Central a diario.
Mala acogida entre los vendedores
Los vendedores no han recibido con agrado esta nueva política. Esta medida va a implicar un mayor periodo de espera hasta disponer de los fondos. A su vez, vincular los pagos a la fecha de entrega conlleva que la demora en los envíos tenga un efecto negativo en el flujo capital de los vendedores.
En España, las opiniones que despierta esta medida son muy variadas. Algunos aseguran que la política se ajusta a la que sucede en otras compañías de comercio electrónico, pero también hay comentarios críticos.
Entre ellos explican que si Amazon cobra de manera instantánea, no comprenden por qué ellos no pueden hacer lo mismo. Entienden que haya una retención de parte del saldo, pero no la totalidad y durante más de una semana.
La medida va a afectar a la liquidez de muchos comerciantes, ya que ahora estarán más expuestos a demoras en el cobro de sus ventas. Para muchos vendedores, estos ingresos suponen una base operativa crucial para iniciar nuevas operaciones financieras.
Los expertos en soluciones para marketplaces apuntan a que acciones de este tipo tienen como meta solucionar de forma más rápida posibles reembolsos, reclamaciones y devoluciones por cargo.