Shein va a instalar en España dos nuevas tiendas efímeras o pop up store en los próximos meses. La decisión llega tras comprobar el éxito del último establecimiento de este tipo en Barcelona, que reunió a casi 100.000 visitantes.
Las tiendas se suman así a las 30 que quiere completar en toda Europa. Fuentes de la compañía celebran la buena acogida de estas iniciativas en España. Hace un año, en Madrid, la primera pop up reunió a más de 4.000 personas en cuatro días. En la última apertura, esa atracción de tráfico se ha multiplicado casi por 25: 97.000 personas en nueve días.
La tienda de Barcelona permaneció abierta entre el 21 y el 29 de julio. La buena localización del estabecimiento, en el centro comercial El Triangle de Plaza Catalunya, favoreció la llegada de compradores. Shein, a su vez, promocionó su comercio efímero con actividades y espacios temáticos.
La idea de la compañía pasa por realizar dos aperturas más en España este mismo año, aunque no ha confirmado los lugares de ubicación. A las tiendas efímeras hay que sumar el local de Ibiza, que continúa abierto todo el verano y parte del otoño, hasta el 20 de octubre. En este caso, la pop up store queda emplazada en O Beach Club, uno de los clubes más exclusivos de la isla. En él tienen lugar algunas de las pool parties más famosas de todo el archipiélago balear.
Llegar a los consumidores a través del mercado físico
El formato de tienda efímera forma parte integral del modelo de negocio de Shein. La empresa permite a los consumidores conocer los productos de primera mano y acceder a ellos de manera más directa.
La textil quiere reforzar esta iniciativa durante 2023. Ya han llegado hasta ciudades como París, Berlín, Toulouse, Madrid, Barcelona, Marsella o Lyon. Por el momento no pueden asegurar cuándo o dónde serán las nuevas aperturas, pero sí quieren seguir con esa cercanía hasta el cliente final.
Europa ha pasado a ser una de las regiones más atractivas para Shein. El pasado mes de mayo la compañía inauguró una sede en Dublín para fijar sus operaciones tanto en el Viejo Continente como en África y Oriente Próximo.
Este espacio se suma a otros centros de distribución en las regiones citadas. En Europa, además, cuenta con instalaciones en Polonia e Italia. El total de bases llega hasta las ocho. Shein deslocaliza sus centros para mejorar la velocidad de entrega en todos los territorios.
A todo esto hay que añadir la inversión que ha acometido la empresa, unos 63 millones de euros en los próximos cinco años para impulsar su red de proveedores de fabricación y trabajadores. La idea busca transformar los modelos de producción tradicionales con avances tecnológicos e introducir mejoras en las instalaciones.