El consorcio privado chino, propietario del marketplace Aliexpress, ha ampliado su plan de recompra de acciones desde 15.000 a los 25.000 millones de dólares, lo que le ha reportado una subida del 67% en bolsa esta misma semana. De esta forma, tranquiliza a los inversores después de toda una sucesión de noticias negativas que alimentan la incertidumbre en torno a la compañía.
Toby Xu, subdirector financiero del gigante chino, comunicó al diario de Hong Kong South China Morning Post que el precio de las acciones no refleja de forma justa el valor de la compañía. Asegura que esta goza de buena salud financiera y siguen adelante con los planes de expansión.
Plan de recompra renovado
El plan de recompra de acciones que Alibaba tenía en marcha desde diciembre de 2020 se ha renovado por dos años más, hasta marzo de 2024. Hasta hace poco la multinacional China había adquirido 56,2 millones de sus títulos cotizados en Estados Unidos, lo que supuso una inversión de 9.200 millones de dólares.
Originalmente, el plan preveía la recompra de 10.000 millones de dólares en participaciones. Fue ampliado a los 15.000 millones en agosto del año pasado, y ahora se ha anunciado una nueva ampliación hasta los 25.000 de dólares.
La decisión ha estado motivada por los mínimos en los que se encontraba la compañía en la Bolsa de Nueva York y en la de Hong Kong, los peores de 2016 y 2019 respectivamente.
Tranquilidad a los inversores
La compañía sigue confiando en el crecimiento continuo de la compañía, según trasladan a los medios de comunicación. Con el nuevo anuncio, tratan de poner freno a los efectos de las últimas noticias relacionadas con la compañía, que no son positivas.
Lo cierto es que Alibaba se enfrenta a un escenario difícil. La compañía ya ha perdido un porcentaje considerable de su beneficio neto, a lo que se suman nuevos factores que tampoco resultan halagüeños: la invasión de Rusia y la consecuente presión sobre las empresas chinas por su posición ante el conflicto, el brote de coronavirus, los problemas globales de la red logística y el cerco que ejerce Pekín en sus persecuciones del monopolio.
El gobierno chino se había mostrado permisivo con las grandes tecnológicas del país y sus magnates, hasta que comenzó a percibir como amenaza el crecimiento de gigantes como Alibaba, Tencent, Meituan o JD.com.
Todo ello no solo ha derivado en la pérdida de beneficios y la incertidumbre de los inversores con la consecuente caída en bolsa, sino noticias como el incipiente despedido de miles de empleados que prepara la compañía, según Reuters. Un extremo que no ha sido oficialmente confirmado.