Los sectores de la alimentación y las bebidas no son los primeros en los que pensamos cuando hacemos referencia al comercio electrónico. Sin embargo, en España tres cada diez españoles ha adquirido alimentos y bebidas en línea en alguna ocasión. Además, este ratio aumenta hasta el 40% en el rango de edad de 35 a 44 años.
En cualquier caso, estas categorías todavía están lejos de la ropa, el calzado y los complementos. Las mujeres también destacan en las compras en línea de cosméticos y cuidado personal, con un potente 58%. Todos estos datos proceden de un estudio elaborado por Zinclar.
La empresa ofrece a través del informe una visión profunda de las preferencias, comportamientos y hábitos de los consumidores en línea. El trabajo concluye que la experiencia en el mundo digital no es solitaria. De hecho, el 30% de los usuarios que compran online viven en pareja, y un 40% son familias con hijos.
Zinclar también señala, aunque de manera indirecta, la tardanza de los españoles en independizarse. Y es que un 36% de los consumidores en línea entre 25 y 34 años todavía viven con sus padres.
Amazon, el gran gigante del ecommerce en España
Amazon aparece como el marketplace más reconocido, con un 75% de notoriedad espontánea. Aliexpress y Shein son sus perseguidores, aunque muy lejos de la firma norteamericana, con un 22 y un 15% de notoriedad.
Carrefour es la empresa más exitosa en el apartado de tiendas físicas. Esta compañía resulta la elegida para el 20% de los consumidores de alimentos y para el 25% en el apartado de productos de limpieza del hogar.
Los españoles acuden a las compras online atraídos por el precio. Junto con el ahorro económico también gana relevancia la comodidad, que concluye en ahorro de tiempo. La variedad e promociones y las ofertas son relevantes para categorías como la moda y el turismo.
El estudio pone también el foco en la ganancia de peso de las redes sociales en el proceso de compra. Instagram y Facebook son las plataformas más populares, con un 66 y un 56% de usuarios respectivamente.
Las redes no funcionan como espacios de compra, o al menos no exclusivamente. Su valor radica en que son plataformas para conectarse y compartir intereses. No obstante, esto no funciona tan bien en los compradores mayores de 55 años, pues un 22% de los compradores en este segmento no prestan atención a las redes sociales.