Tres diseñadores en Estados Unidos han acusado a Shein de robar sus diseños y utilizar algoritmos complejos y terceras personas intentar tapar el fraude. Estos profesionales han presentado una demanda civil en Los Angeles.
La denuncia señala que la firma china robó copias exactas de los diseñadores, lo que atenta contra los derechos de autor. Con estas actuaciones Shein busca adelantarse a las tendencias y generar hábitos de consumo entre los clientes.
No es la primera vez que Shein se ve envuelta en una situación de este tipo. En los últimos cuatro años ha recibido más de 50 acusaciones similares. La respuesta habitual de la compañía es culpar a empresas ficticias y proveedores externos con los que colabora.
La demanda plantea que la compañía china utiliza a un conjunto de empresas que hace posible la infracción de derechos de autor. Pero en ningún caso es la propia firma la que comete las ilegalidades. Si la acusación continúa hacia delante, la empresa podría delinquir bajo la figura de asociación ilícita.
Intentos pobres de evitar problemas judiciales
La denuncia sostiene que Shein ha cometido infracciones individuales sistemáticas y que todo forma parte de un patrón continuo de chantaje. Kirista Perry es una de las víctimas de este presunto fraude. Ella afirma que batalló frente a la empresa después de que esta le robara el diseño de su cartel.
Shein explicó que era culpa de un proveedor externo. Además señaló que el producto tenía pocas ventas. Otro intento de evitar problemas judiciales fue ofrecer 500 dólares, la misma cantidad que a otros diseñadores.
No obstante, según un comunicado enviado a Business Insider Shein confirma que toma buena nota de estas denuncias de infracción. En caso de que los titulares de los derechos de propiedad intelectual planteen reclamaciones, la empresa presentará defensa frente a las acusaciones. Hasta el momento ha mostrado una actitud enérgica de defensa de su integridad.
Problemas con otras marcas prestigiosas
Las denuncias de este tipo no son ninguna novedad para Shein. Los últimos son diseñadores en Estados Unidos, pero previamente la compañía ha tenido problemas con Stussy, Ralph Lauren, Oakley y Dr. Martens. Todas estas firmas han demandado al gigante chino por motivos similares.
Una de las reclamaciones hace referencia al intento de chantaje de Shein, con actos ilegales llevados a cabo mediante fraude u otras medidas de corrupción generalizada. Los demandantes solicitan una compensación económica a esta compañía en base a la Ley RICO. Esta figura legal fue aprobada en 1970. Sus siglas corresponden a Organizaciones Corpulentas e Influenciadas por la Delincuencia Organizada (por sus siglas en inglés).