Shein anunció hace pocos días un acuerdo con The Or Foundation para poner en marcha el fondo de Responsabilidad Ampliada del Productor (EPR por sus siglas en inglés) de la firma online.
Esta iniciativa tiene por objetivo gestionar de manera más racional y sostenible los residuos en comunidades muy afectadas por esta problemática. El fondo EPR es de carácter multianual para los próximos cinco años. Tendrá un coste total de 50 millones de dólares.
Con esta actuación Shein se compromete a avanzar en el diseño y la aplicación de estrategias de sostenibilidad ecológica y social. De especial interés es el apartado de prendas que han entrado en el comercio mundial de ropa de segunda mano y que a menudo salen como residuos. Esta medida es un paso más de la compañía china para impulsar una economía circular.
La reducción de residuos, un objetivo imprescindible para la industria de la moda
En Shein están encantados de asociarse con The Or Foundation, según apunta Adam Whinston, jefe global de ESG de la compañía. La fundación es todo un referente en la gestión de residuos, y para Shein, darles una segunda vida a estos es una actividad clave en el ecosistema de la moda.
The Or Foundation recibirá inicialmente cinco millones de dólares durante tres años. Ese dinero debe servir para ampliar programas de desarrollo social y ambiental. Uno de ellos es el protagonizado por mujeres jóvenes que cargan fardos de ropa de segunda mano sobre sus cabezas. La idea es incubar empresas textiles para que transformen los residuos en nuevos productos.
A su vez, se van a poner a prueba proyectos de transformación de fibras con fabricantes textiles ghaneses para equipar el mercado de Kantamanto. Este es el mayor mercado de ropa de segunda mano del mundo. El propósito es alcanzar una visión comunitaria y garantizar que sea un lugar de trabajo seguro y digno.
Liz Ricketts, cofundadora y directora ejecutiva de The Or Foundation, muestra su agrado por este acuerdo. Ricketts ha afirmado que este paso es un gran avance en materia de responsabilidad.
De la empresa china agradece que reconozca que su ropa puede acabar en Kantamanto, algo que ninguna otra compañía ha hecho hasta el momento. La fundación también va a redistribuir parte de la subvención a organizaciones aliadas en Ghana.
Esta medida va a ir de la mano de Shein, pues entre ambas organizaciones tratarán de identificar más beneficiarios en otros países afectados por esta problemática.