Los trabajadores del centro de distribución de Amazon en Coventry, Reino Unidos, han iniciado una huelga que durará toda esta semana. Estos mismo empleados ya protagonizaron la primera acción de protesta de este tipo el 25 de enero en el país británico. Ahora vuelven a la carga para reclamar mejores salarios y hacer frente a unas condiciones de trabajo que consideran abusivas.
Unos 470 empleados del centro están llamados a la huelga hasta el próximo viernes por el sindicato GMB, que lucha por ser reconocido por la compañía. Decenas de trabajadores han participado ya en piquetes informativos y continuarán con estas prácticas hasta el próximo viernes.
Buena parte de los convocados a la huelga son inmigrantes de varias nacionalidades que reclaman un aumento de sueldo. Su propuesta es pasar a cobrar 15 libras a la hora, 17 euros. Actualmente ganan 10,5 libras por horas, unos 11,8 euros. Los trabajadores reclaman estas mejoras para hacer frente a los elevados datos de inflación de Reino Unido. Con estas condiciones laborales, explica la representante sindical Amanda Gearing, en ocasiones deben hacer turnos semanales de 60 horas para poder subsistir.
Mejoras salariales insuficientes
Amazon ha señalado a la agencia EFE que ya en el pasado agosto aplicó un aumento salarial de 56 céntimos de euro por hora laboral. A su vez, aprecia el gran trabajo de todos sus empleados. La remuneración actual oscila entre los 11,8 y los 12,95 euros por hora dependiendo de la ubicación. La cifra es un 29% superior al salario mínimo por hora pagado a los empleados desde 2018.
Los huelguistas recuerdan que Amazon obtuvo un beneficio global de más de 33.000 millones de dólares en 2021 gracias a la pandemia. Durante ese periodo, ellos siguieron trabajando al ser considerados mano de obra esencial.
El portavoz de la compañía afirma que la huelga en Coventry apenas supone un 1% de la fuerza laboral en Reino Unido. En este país no hay ningún sindicato reconocido para representar a sus trabajadores. Además, no existe convenio colectivo.
El sindicato que encabeza las protestas confía en reclutar pronto a más de la mitad de la plantilla en Conventry, que es de unas 2.000 personas según la empresa. Según GMB, la precariedad actual en esta empresa viene acompañada de condiciones laborales abusivas y hasta peligrosas. Ponen como ejemplo el poco acceso a lavabos en unas instalaciones con más de 14 kilómetros de cintas transportadoras, atención médica deficitaria, control estricto y mecanismos disciplinarios.