El Corte Inglés es un icono del comercio minorista y uno de los grandes referentes del sector textil en España. Ha sido parte de la vida de los españoles durante décadas, pero tiene un reto importante ante sí: adaptarse a los nuevos estilos de compra y enganchar al público joven.
Hasta ahora, le han valido sus credenciales: una atención personalizada muy cuidada y una amplia variedad de marcas, entre ellas, algunas propias como Sfera. Es una firma de moda y accesorios con mucha presencia internacional, ya que está presente en 20 países. Pero la marca tiene que asumir nuevos desafíos.
A la conquista del público juvenil
Como planteó Business Insider, El Corte Inglés tiene un complejo camino por delante: su clientela tiene que rejuvenecer 10 años para asegurar la viabilidad del negocio, pero no puede abandonar a la generación para lo que se convirtió en un referente. Y que, a día de hoy, sigue valorando la marca.
No lo tiene fácil, porque la Generación Z y las posteriores parecen atrapadas por el algortimo de Shein. Era una marca desconocida hasta hace poco, pero está forzando cambios de calado en la industria textil. Y, entre las claves de su éxito, están el rápido modelo de producción, el catálogo amplísimo y su peso en las redes sociales más visuales, como Instagram o TikTok.
Los expertos ya sugieren algunos cambios que El Corte Inglés podría aplicar. Por ejemplo, puede aprovechar su amplia infraestructura para generar experiencias inmersivas, en sectores diferentes como la moda o los videojuegos. Y puede aliarse con “influencers” referentes de las nuevas generaciones para que, a ojos de estos, no sea una marca asociada a sus padres y abuelos. Una marca antigua que creen que no les puede aportar nada.
El canal online
El público objetivo mayoritario de El Corte Inglés supera los 40 años, y sus hábitos de compra casan mucho con lo que ofrecían los grandes almacenes. Pero incluso su target se está sumando a las compras online, sobre todo después de la pandemia, y ni hablemos de las generaciones más jóvenes.
Pero la empresa no ha desplegado una estrategia online determinante y, de hecho, fue de los últimos retailers en lanzar una app de moda a nivel mundial. Sus pasos erráticos en la dirección en la que sí iban otros grandes del sector motivaron que, en 2021, la división online cayera un 9% respecto a 2020. Y, a su vez, esas pérdidas contribuyen a explicar que los ingresos se redujeran un 31%.
Quizás lo más urgente es erigirse como referente en las compras en línea, pues los números resultan muy elocuentes: según el INE, el grupo de edad que más compras online realizó durante 2020 fue el que abarca de los 24 a los 34 años.
Reforzar el canal online y atraer al público joven serían mecanismos útiles para reavivar una empresa a la que, en los últimos años, han lastrado las deudas. Este 2022 ha logrado salir de las pérdidas y ganado 120 millones de euros, pero aún no recupera el ritmo de las ventas previas al coronavirus.