El ecommerce parece estar apuntando hacia un cierto nivel de estabilización después de haber superado la pandemia de coronavirus. El auge que vivió el comercio electrónico en los momentos más duros de la crisis sanitaria generó una huella profunda en los hábitos de compra de los consumidores. Las restricciones y los confinamientos llevaron a un aumento significativo en las ventas online. Ahora la tendencia es muy diferente.
AECOC Shopperview y Nétrica confirman un cambio dramático en los hábitos de compra. Antes de 2019 solo un 15% de los clientes acudían al comercio online. Para el cierre de 2022 el porcentaje había crecido hasta el 26,8%. La pandemia produjo un crecimiento sostenido en el comercio electrónico.
Sin embargo, la tendencia a la estabilización es ya una realidad en varios sectores, incluyendo la restauración. La facturación por delivery creció un 13% en el primer trimestre del año debido a la inflación, pero el volumen de pedidos se mantiene constante.
El contraste a estos datos lo aporta el consumo en bares y restaurantes, que sí aumenta en un 26%. Jacobo Caller, CEO de Food Delivery Brands Group y Telepizza, explica que el delivery no ha reemplazado por completo a los comedores. Esta previsión fue muy repetida durante la pandemia.
Desaceleración como consecuencia de la subida de precios
El sector tecnológico también apunta hacia la misma dirección. En 2019, la cuota de mercado del canal digital rondaba el 20%. Pero desde diciembre de 2023 la cifra está asentada en torno al 30%. El patrón se repite en otras áreas, lo que sugiere un cambio de una fase de adopción rápida a una de consolidación.
José Luis Nueno, profesor del IESE, identifica una razón para este fenómeno: el encarecimiento de los precios. En un primer momento los consumidores acudieron al comercio online por motivos obligados y para encontrar precios más bajos.
Ahora la tendencia ha cambiado, ya que los precios van subiendo progresivamente como consecuencia de la inflación. El experto sostiene que las empresas deben evolucionar hacia estrategias de retención y fidelización.
Inicialmente las tiendas apostaron por un modelo de captura inicial con precios muy atractivos. Ahora no pueden acudir a la misma fórmula, lo que les lleva a ese cambio de dinámicas. Por su parte, los consumidores también han experimentado un cambio en su comportamiento. Esto lleva a un nuevo escenario en el consumo online que, hasta el momento, ha acabado con una estabilización en las ventas.