El pure player británico de moda Asos está inmerso en una fase de reestructuración desde principios de año con la que pretende recuperar su rentabilidad. En esta operación ha logrado ya refinanciar su deuda y el siguiente objetivo es captar 75 millones de libras de sus inversores, unos 86 millones de euros.
Hasta el momento la captación de fondos ha sido suscrita por tres accionistas. Junto con esta medida la empresa ha lanzado una oferta separada de 5 millones de libras (5,7 millones de euros) con Batry Bay Capital hasta abril de 2026. Este nuevo vehículo de financiación sustituirá a su actual línea de crédito que venderá en 2024. La firma también ha iniciado una oferta en acciones ordinarias a un precio de 418,1 libras por acción (s480 millones de euros).
Las acciones ejecutadas en el ámbito financiero dan respuesta a los resultados obtenidos durante el primer semestre del ejercicio fiscal. A finales de febrero de 2023 la compañía se anotó un descenso importante en las ventas, lo que ha contribuido a unas pérdidas de 218,2 millones de libras, aproximadamente 250 millones de euros.
En ese periodo la facturación descendió un 8% hasta los 1.840 millones de libras (casi 2.115 millones de euros). Asos sostiene que esta caída en las ventas deriva de los cambios en las inversiones para mejorar la rentabilidad en el momento económico actual de tanta incertidumbre.
Reducir sus costes en 300 millones de libras
La dirección de Asos ha explicado que la empresa está en disposición de cumplir sus objetivos para el presente ejercicio. Esto le llevaría a reducir sus costes en 300 millones de libras y disminuir su inventario en un 20%.
Con esas medidas su margen bruto mejoraría en 100 puntos básicos a partir del segundo semestre de 2023, lo que le llevaría a registrar un beneficio de 200 millones de libras (casi 230 millones de euros). De cara a esa segunda mitad de año Asos maneja previsiones que apuntan a un retroceso en las ventas, pero en el rango de un solo dígito bajo.
Todos estos números pueden hacerse posibles si la empresa termina por completar su plan de ajuste, cifrado en la reducción del 10% de los costes en su plantilla, el cierre de tres almacenes logísticos o la salida de 35 marcas no rentables del catálogo.
Las acciones citadas están entrando en marcha desde el pasado mes de octubre, cuando la compañía aprobó al estrategia Driving Change con cuatro pilares básicos dirigidos hacia asegurar la rentabilidad y el futuro del grupo.